La zanahoria: el icono del sector hortofrutícola, la Marilyn de la huerta. Dulce, suave, bien coloreado, es imprescindible, pero seamos sinceros, no es el más original (sin resentimientos). Por no hablar del toque de nuestro gran Chef y su idea picante: una pizca de zumo de clementina. ¡Algo para deleitar el paladar de nuestros hijos!| ¿Por qué es tan bueno este pequeño plato orgánico? Porque en este platito hay zanahorias buenas para ser sociables, pollo para crecer bien y una pizca de zumo de clementina para volverse gourmet. Porque todo lo que hay en este platillo es ecológico, incluso nuestro chorrito de aceite. Y si lo convertimos en una cuestión de honor, es para garantizar a su hijo productos saludables y buenos para el planeta: ninguno de nuestros productos ha sido abusado por OGM, pesticidas u otros fertilizantes químicos durante su crianza o cultivo. Porque según la normativa nuestra bolsa flexible no contiene bisfenol A ni ftalatos. Y sobre todo porque requiere una esterilización de los ingredientes mucho más corta que la de los tarros: ¡al llegar, se conservan muchos sabores!
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