El silicio está presente en todo el cuerpo: huesos, cartílagos, sangre, vasos sanguíneos, piel y pulmones. El equilibrio del silicio en el cuerpo humano es delicado: la ingesta dietética se ve limitada por la baja absorción (biodisponibilidad) de la mayoría de las formas de ingesta, y se elimina permanentemente en la orina. Esta biodisponibilidad afecta al metabolismo óseo del calcio y el magnesio. Con la edad, el contenido de silicio en ciertos tejidos disminuye, en particular en los vasos sanguíneos y la piel, lo que puede explicar en parte la pérdida de elasticidad cutánea y sus inevitables consecuencias: las arrugas. Gracias a su fórmula líquida original, Silicimu es más fácilmente asimilable por el organismo: el ácido ortosilícico, que permite una absorción óptima del silicio en todos los tejidos corporales, en particular en la piel. Aún no existe un valor nutricional de referencia para el silicio, pero se acepta que su ingesta dietética diaria ronda los 20-50 mg con una biodisponibilidad baja (inferior al 50 %), por lo que el dissolvurol de silicio aporta más de un 40 % más de silicio absorbido por el cuerpo.
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