Adorado al otro lado del Atlántico por razones históricas, el maíz aún no ha logrado un avance heroico en Europa, y mucho menos en los platos de nuestros hijos. Por no hablar de la lograda combinación entre el dulce sabor de nuestros cereales y el fuerte carácter del pato criado en libertad: suficiente para que el maíz deje de ser un pato cojo.| ¿Por qué es tan bueno este pequeño plato orgánico? Porque es muy probable que los puristas estén enfadados con nosotros: porque NO, el maíz no es una verdura, sino un cereal. Porque es muy probable que también nos perdonen a nosotros: porque SÍ, el maíz tiene propiedades nutricionales equiparables a las de sus congéneres, y SÍ, es absolutamente delicioso. Especialmente cuando se combina con pato de granja. Porque desde el maíz hasta las chalotas, todos los ingredientes de esta receta son orgánicos. Y si lo hacemos una cuestión de honor, es para garantizar a su hijo productos saludables y buenos para el planeta: ninguno de nuestros ingredientes ha sido abusado por OGM, pesticidas u otros fertilizantes químicos durante su crianza o cultivo. Porque, según normativa, nuestro sobre flexible no contiene bisfenol A ni ftalatos. Y sobre todo porque requiere una esterilización de los ingredientes mucho más corta que la de las cacerolas: ¡al llegar se conservan muchos sabores!
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